Refrigeración de CPU
Otro tema importante. Yo vivo en Barcelona, donde típicamente hace un clima bastante benévolo y cálido la mayor parte del año. En casa no tenemos calefacción, y muchos hogares aquí no tienen, porque salvo de noviembre a febrero, generalmente el resto del año se está muy bien sin ella. A partir de mayo, y hasta octubre las temperaturas son altas, y en julio y agosto es un poco insoportable, especialmente sumado a la alta humedad.
Por lo tanto, necesito un sistema que esté bien refrigerado, al menos en momentos puntuales (justo cuando revelo RAWs o renderizo videos). El resto del tiempo no hago trabajar mucho ni a la CPU ni la GPU, aunque sí los discos duros. Afortunadamente, estos no generan tanto calor.
No necesito un sistema de refrigeración liquida porque como digo, no estoy todo el dia demandando a la CPU y GPU que trabajen al 100%, ni mucho menos. Además, necesito que sea un sistema silencioso y que, de ser posible, si el ordenador está en reposo o haciendo tareas menores (mirando el correo, office…) el sistema de refrigeración se detenga en absoluto para ayudar a minimizar el ruido.
Por todo ello tenía claro que continuaría con el ventilador Noctua NH-U12S que tenía mi antiguo ordenador, que es un ventilador gigante con un radiador de dimensiones similares.
¿Qué ventajas tiene? Sencillo: al ser muy grande, es capaz de generar mucho flujo de aire incluso a bajas revoluciones. Por lo tanto haciendo tareas menores será muy silencioso. De hecho, esta placa base (que es quien controla la velocidad del ventilador, ya que se adapta a la carga de trabajo de la CPU) tiene un sistema que lo detiene por completo cuando la carga de trabajo y la temperatura es baja. ¿Se puede pedir más?
Por supuesto, si la carga de trabajo es máxima y los 12 núcleos se ponen a trabajar a tope, el ventilador sube y sube hasta lo necesario.
Tan sólo le puedo hacer una crítica: tiene un pequeño fallo de diseño y es que al acoplar el ventilador, el aire se puede escapar por un hueco un poco tosco, pero la solución es tan fácil como rápida:
Memoria RAM
La mayoría de fotógrafos y videografos piensan que a la hora de configurar un ordenador, simplemente hay que ponerle “mucha RAM” y punto. Lo que no saben es que la velocidad de la RAM influye -y mucho- en el resultado final. Sí, hay memoria RAM de diferentes velocidades, y se puede escoger entre un amplio rango de ellas y al ordenador no le pasa nada. Nada malo, se entiende.
Una RAM más rápida permite al procesador ejecutar todas sus operaciones a mayor velocidad, asi que es una inversión que se nota todo el tiempo.
Evidentemente, la RAM barata corre a una velocidad estándar; si buscas bancos de memoria RAM de alta velocidad, sale más cara que la estándar. Y se calienta más.
Escogí dos módulos Trident Z de 16GB de tipo DD4 a 3 Ghz (que son extremadamente rápidos y no demasiado caros) de la marca G-Skill, conocida de sobras por los entusiastas por fabricar algunos de los mejores módulos. Total: 32GB. Para lo que yo hago voy sobrado con 16GB, pero en alguna ocasión he necesitado 20 y algo más, asi que opté por coger 32. Además, si me da por grabar video a 4K, así ya voy mejor preparado.
Traen disipadores de aluminio cepillado, muy bonitos por cierto (aunque eso no me sirve de nada ahí dentro de la caja).
Una de las primeras cosas que he de comprobar es que ambos módulos están perfectos y no dan ningún fallo, utilizando la utilidad MemTest (link), muy conocida por los informáticos. Asi que eso hice, dejando al programa trabajar durante varias horas a todo gas para verificar que no había ningún fallo.
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