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Terminado el ajuste del blanco, el munki comienza a leer su propia carta de colores para medir la respuesta propia de este monitor.


ColorMunki midiendo la respuesta de color.

Una crítica importante de este calibrador (que se puede solucionar fácilmente por software en el futuro) es que no ofrece la posibilidad de ajustar el color del blanco en pantalla actuando directamente sobre los controles del monitor, lo que obliga a corregir este aspecto directamente en la tarjeta gráfica, cosa que repercute en una ligera pérdida de calidad final en el perfil que se va a crear. Eso sí, la ventaja es que el proceso es más fácil para un usuario sin muchos conocimientos, pero no tiene sentido que, habiendo escogido el modo avanzado, no se ofrezca esta posibilidad al menos como opción, que podría quedar eliminada del modo fácil.

Al terminar de caracterizar el monitor, crea su perfil de color y ofrece la opción de activar un recordatorio para repetir el proceso pasado un periodo de entre 1 y 4 semanas.

ACTUALIZACIÓN JUNIO 2009: En la versión 1.1 se ofrece la posibilidad de dar el nombre que se quiera al perfil que se va a crear, lo cual facilita bastante la gestión y organización de ls perfiles y, en especial, de multiples pantallas a medida que vamos repitiendo la calibración y vamos teniendo cada vez más perfiles.

Aunque todas las explicaciones que el software proporciona están muy bien y son claras y concisas, en este caso se pasan de optimistas cuando afirman que "sus aplicaciones informáticas y de software ahora usarán este perfil automáticamente para proporcionarle colores exactos en su pantalla", lo cual no es del todo cierto (además, “aplicaciones informáticas y de software” son, en este caso, conceptos redundantes)..
Que el perfil ya esta creado y que el sistema lo tiene bien configurado es indiscutible, pero que todos los programas lo van a usar, no es cierto. La mayoría de navegadores de Internet pasan olímpicamente de él y muchos programas requieren de intervención por parte del usuario para configurar el perfil manualmente, sobre todo en Windows. CaptureOne v3 y ACDSee son algunos ejemplos. Estaría bien, en este caso, que el software fuese más realista y advirtiese de esto al usuario, al menos en Windows. En Mac OSX, este problema queda minimizado.

Comprobación final

Para terminar, el software permite comprobar si todo este proceso ha valido la pena, viendo la diferencia entre cómo estaba antes de comenzar y cómo ha quedado ahora mismo. A diferencia de algunos otros softwares que muestran para el "antes" el aspecto sin calibrar, el munki muestra el aspecto justo al comenzar la calibración. Es decir, que si estás recalibrando, lo que verás no es la diferencia entre descalibrado y calibrado, sino entre la calibración anterior y la actual.


La comprobación final, siempre interesante, aunque se echa en falta en el modo avanzado que aporte más datos
acerca de cómo ha quedado ajustada la pantalla.

Con esto el monitor queda perfectamente ajustado con lo que se puede apreciar fielmente el auténtico color de las fotografías y evitar disgustos en el futuro. Además, utilizar un aparato de gran precisión como este calibrador garantiza que el ajuste conseguido da la tranquilidad de saber que uno está trabajando sobre seguro.

Valija digital

De las muchas novedades del munki, quizás una de las más interesantes es la "valija digital", que es el nombre con el que han bautizado a esta curiosa y útil función. Se trata de un pequeño software que permite contener fotografías en un único archivo autoejecutable -una especie de "capsula visionado"- y que una vez creado puede enviarse a otros usuarios, incluso aunque utilizen otras plataformas informáticas (Windows, Macintosh, Linux...) puesto que está basado en el conocido software Java de la empresa Sun.

Un problema importante que ocurre a menudo es que, mientras que el fotógrafo prepara cuidadosamente las fotos en su monitor perfectamente calibrado con Photoshop y su gestión del color perfectamente configurada, al enviarlas a su cliente, éste las mira de cualquier forma: en un ordenador no preparado para fotografía y su monitor de oficina y con el primer programa que se le abre (puesto que no tiene Photoshop instalado), que puede ser el navegador, el visor de fotos del sistema o el de office, por poner varios ejemplos. Y es entonces cuando se echa las manos a la cabeza al ver el color de las fotos... y aquí es cuando entra la valija digital.

Para crear una valija se usa el software DigitalPouch que viene incorporado:


El software DigitalPouch, para crear "valijas digitales".

Esta cápsula de visionado incorpora gestión del color y utiliza el perfil del monitor -si existe- para garantizar que el color de las fotografías se está apreciando correctamente. En caso de no estar calibrado el monitor o de haber pasado mucho tiempo desde la última calibración, éste avisa de que el entorno no es seguro.

Por ello, la valija es una forma muy simple de compartir fotos con otras personas con la tranquilidad de que aprecian correctamente los colores de las fotografías o, al menos, están avisados de que su monitor no cumple los requisitos para garantizarlo.
El manejo es bastante sencillo: sólo hay que arrastrar las fotos directamente dentro de la ventana del programa y quedan incorporadas al mismo:


La ventana de DigitalPouch. Para añadir imágenes a la valija,
simplemente se arrastran dentro.


Aspecto de DigitalPouch con una foto insertada.

Una vez creada y guardada la valija en una carpeta del ordenador (es un único archivo con extensión .jar), ya puede enviarse tranquilamente al destinatario por correo electrónico u otros medios. Cuando el receptor la abre, lo que ve es esto:


Aspecto de la valija digital, una vez recibida por el cliente.

donde, en la zona inferior muestra un importante indicador:


Avisador de las condiciones de visionado. Si tiene este aspecto, el receptor estará viendo
correctamente los colores de las fotografías.

Si se pulsa el botón de ayuda, aparece este texto:


Aspecto de la ayuda de la valija.

Lo cual es un poco enrevesado y difícil de comprender para un cliente neófito en gestión del color. Además, faltan las ilustraciones, que ignoro porque no aparecen.

Conclusión

Como se ha visto, el conjunto del hardware y el software suministrados han sido diseñados poniendo sumo cuidado en lo referente a la usabilidad y la facilidad de comprensión por parte de un usuario inexperto, lo cual es muy de agradecer.

Hay que alabar lo fácil que es su manejo y lo bien organizado y explicado que está el software. Asimismo, hay que agradecer que por fin el precio un espectrofotómetro con luz incorporada cae por debajo de los 500 euros, lo que acerca la calibración de impresoras al aficionado. El hecho de poder calibrar proyectores digitales y tomar lecturas puntuales sobre superficies añade valor al producto. Y la posibilidad de configurar los ajustes de PHotoshop o la función de la valija digital acaban de redondear un producto de por sí bastante "redondo".

Pero, como todo en este mundo, el munki también tiene algunas "pegas". Las críticas que le podemos hacer son varias. En primer lugar, que no venga todo el software incluído en el cd-rom y que esté limitado a tres ordenadores por medio de activación. Además, el modo avanzado de calibración del monitor no es tan avanzado como promete. Las indicaciones de texto, aunque muy correctas y bien redactadas, en ocasiones pecan de excesivamente optimistas.

Eso sí, en conjunto es un calibrador realmente muy recomendable a pesar de algunas de sus pegas (que podrían corregir en futuras versiones del software).

ACTUALIZACIÓN 6/4/2009: XRite ha anunciado que cambia la politica de activación y elimina la restricción de tres ordenadores por calibrador. ¡bien hecho!

Agradecimientos a ColourConfidence por ceder una unidad para el artículo y, como en muchas otras ocasiones, a mi amigo Albert Masó por la corrección del texto.

 

Para saber más

¿Quieres saber más sobre gestión del color? A lo mejor quieres apuntarte a un curso presencial, como los que puedes ver en la sección de Cursos. Periodicamente imparto cursos sobre esta temática, sobre todo en el área de Barcelona, aunque también en el resto del país. Consulta los cursos presenciales disponibles y la agenda con los próximos programados. Si quieres, también puedes organizar tú mismo uno y llevarme de ponente.

     
     

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