ROLLEI 35: Un lujo de bolsillo

Hay cámaras de 35 mm totalmente manuales de buena y muy buena calidad. Hay algunas pequeñas, realmente diminutas muy pocas, pero con objetivos de Carl Zeiss tan famosos como el Tessar o el Sonnar y con una luminosidad máxima de f:2,8, solo hay una: la Rollei 35 SE. En este artículo veremos además a sus hermanas "pequeñas", la Rollei 35 y la Rollei 35 LED. La Rollei 35 SE responde a una idea muy clara: concentrar todas las características esenciales en una cámara de alta calidad y precisión en el mínimo espacio posible.

El cuerpo

Aparte de lo pequeño y ligero (320 la SE y 390 gr. la 35) está totalmente realizado en metal. Dispone de todos los controles esenciales de una buena cámara manual de 35mm: enfoque, diafragma, velocidad, sensibilidad, profundidad de campo, fotómetro, y zapata para flash. Y es que reunir todo esto en una cámara de 97x60x32 mm es toda una hazaña y más aun si tenemos en cuenta el año en que se hizo.

El cuerpo está dividido en dos partes: el respaldo y el cuerpo principal. Para poder colocar la película en su sitio hay que retirar todo el respaldo, que va unido a la base inferior. En esta base están agrupados - casi "apiñados"- la zapata de flash, con su contacto central, el mando de apertura del respaldo, la rosca para trípode, la manivela de rebobinado, y aunque parezca extraño, el contador de fotogramas (salvo en la versión LED, que lo lleva en la parte superior).

Desde luego es innegable que los diseñadores de Rollei han aprovechado hasta el último milímetro de la cámara.

En los laterales (que forman parte del respaldo) lo único que se encuentra es el zócalo para la correa. En la parte trasera, además del excelente visor (claro, nítido, contrastado, con marcas de encuadre y de corrección de paralelaje), encontramos el seguro de rebobinado (salvo en la versión LED), y sólo en la SE, un botón deslizante que literalmente expulsa la pila de su alojamiento. Esta pila tan sólo alimenta el circuito del fotómetro. En el modelo 35, al ser el fotómetro de selenio, no necesita pila.

En la parte superior encontramos la palanca de arrastre situada en el lado izquierdo, al revés de lo normal, y el botón disparador, que cuenta con rosca para cable disparador en los tres modelos. El sonido del disparador es diferente en los tres modelos, siendo más agudo y metálico en el modelo 35 y un poco más discreto en los otros dos. El modelo LED además lleva un seguro del botón disparador y el contador de exposiciones al lado. La tapa del compartimento para la pila y el selector de sensibilidades también están situados en la parte superior de la Rollei 35 LED.

Vayamos ahora al frontal, que es donde más diferencias encontramos. La principal característica diferenciativa entre los tres modelos es sin duda su objetivo, que en los 3 casos incorpora escala de profundidad de campo, rosca para filtros y es retráctil. El modelo 35 SE (el más preciado de los 3) monta un Carl Zeiss Sonnar de 40mm y luminosidad máxima f:2,8. El Tessar 40mm de luminosidad máxima f:3,5 lo lleva la Rollei 35, y la 35 LED monta un Triotar de 40mm y f:3,5.

En los modelos 35 y 35 SE , a ambos lados del objetivo vemos dos discos. En uno seleccionamos el diafragma - de 6 palas- que lleva seguro y permite ajustes en tercios o continuo- y la sensibilidad, que va indicada en ASA y DIN y va desde 25 hasta 1600 ASA. Y en el otro seleccionamos la velocidad del obturador central Compur, desde 1/ 500 hasta 1/ 2 más posición B. Naturalmente, al llevar obturador central, el flash sincroniza a todas la velocidades. Este último disco tiene además un recordatorio para la película que estamos usando: negativo b/n, color para 5500º K y para 3200º K.

En el modelo más sencillo, el 35 LED, no existen estos dos discos a los lados del objetivo Triotar; la velocidad se maneja desde un aro en el mismo objetivo al igual que el diafragma. La escala de velocidades alcanza en este modelo desde 1/ 500 hasta 1/ 30 más posición B.

La distancia de enfoque mínima es prácticamente la misma en las tres, 90 cm, y salvo el modelo 35, llevan la escala de distancias en metros y en pies.

Otra característica común en las tres cámaras es que el objetivo es retráctil, y para poder fotografiar hay que extenderlo tirando de él hacia fuera e después girándolo ligeramente hasta oir un suave clik. Para poder recogerlo a su posición inicial, tiene que estar armado el obturador; en caso contrario no podremos meterlo hasta que no "carguemos" la cámara.

Conclusión

La Rollei 35 ha puesto a nuestra disposición un "juguete" de precisión para fotógrafos que gustan del sabor de lo pequeño bien hecho y para aquellos que necesitan tener siempre una cámara a mano en el bolsillo para cualquier situación inesperada con la que poder realizar unas fotos de una calidad de imagen comparable a la de su réflex de mayor tamaño y precio gracias a los objetivos de Carl Zeiss. El usuario tiene el control total en esta cámara y su optica de 40 mm permite disfrutar de profundidad de campo desde 3 m a infinito, estando el enfoque a 6 m y el diafragma a f:8, con lo cual podemos despreocuparnos casi totalmente de enfocar para poder actuar en situaciones rápidas sin perder ni un segundo. Y todo ello con una calidad y fiabilidad respaldada por el buen nombre de Rollei.

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