Olympus OM-4 Ti

No hace falta conocer sus especificaciones para saber que la Olympus Om-4 Ti es buena. Se ve. Solo con echarle un rápido vistazo, se nota un aire profesional, pero de los de antes. La Olympus Om-4 Ti es una réflex de gama alta que ya salió al mercado hace años y responde al concepto de cámara mecánica, pero con prestaciones muy por encima del resto en su categoría.

El cuerpo

Sobrio, elegante, pequeño y ligero podríamos decir que lo más destacable del cuerpo de la Om-4 Ti. Uno de los primeras detalles que llaman la atención en una Olympus de la serie OM es que el disco de velocidades está en la propia bayoneta para el objetivo, con lo cual "despeja" un poco la parte superior, quedando mas espacio para otros mandos.
En el cuerpo de la Om-4 Ti se ha utilizado titanio en los paneles exteriores para dar mas durabilidad a un cuerpo que, de por si, ya es bastante duradero gracias a que esta enteramente fabricado en metal. Es éste titanio la diferencia entre la Om-4 a secas y la versión Ti, que se puede encontrar en color champagne y negro. Además se ha prestado especial cuidado a la estanqueidad colocando juntas de goma en todas las partes susceptibles de dejar paso al polvo o gotas de lluvia. Las dimensiones son bastante pequeñas para lo que estamos acostumbrados hoy día, y el peso todavía menos: apenas 510 gramos.

A los mandos

Los mandos y botones son un tanto inusuales y configuran una cámara a la que hay que hacerse para poder trabajar con soltura, pero una vez familiarizado, proporcionan satisfacciones que pocas cámaras pueden dar a su poseedor. Pasemos a verla en detalle.
Comenzando por la parte superior, como de costumbre, vemos en la zona de la izquierda el dial de sensibilidades (de ISO 6 a 3200, sin posición DX) que también permite introducir una compensación desde -2 hasta +2 EV en tercios. El ajuste de la compensación es sencillo - con tan solo girar el disco- pero el de la sensibilidad - se consigue tirando del dial hacia arriba y luego girando- podía estar mejor pensado ya que al variar la sensibilidad, también varia la compensación, lo que implica que cada vez que la variamos tenemos que corregir la compensación para dejarla como estaba. No es un gran defecto, pero debería ser mas sencillo, como es el caso de muchas otras cámaras manuales.
Junto a este disco, o mejor dicho concéntrico a este disco, encontramos una palanca con tres posiciones: "Auto", "Manual" y "Battery check". Como se puede ver, son tres funciones que casi no necesitan explicación; funcionan de igual forma que en muchas otras cámaras. Lo sorprendente va por dentro...
En la zona de la derecha encontramos la palanca de avance de la película junto al botón de disparo, bien dimensionado, con rosca para cable disparador estándar y un tacto muy correcto. Este botón lleva un disco concéntrico alrededor que se puede girar en ambos sentidos gracias a un pequeño resalte. Si se gira éste hacia la izquierda, se introduce una medición en la memoria, mientras que si lo giramos en el otro sentido, borramos esta medición y todas las demás que tuviera memorizadas. Gracias a este disco y a 3 pequeños botones sitos justo al lado, se maneja uno de los sistemas de medición reflejada mas perfectos de los que una réflex puede presumir. Y ese honor lo tiene la Om-4 Ti casi exclusivamente. Este sistema permite tomar varias mediciones puntuales, en concreto hasta un total de 8, para dejar que la cámara realice una media en función de los 8 valores que medimos. Tomando medidas de los diferentes tonos de la escena, desde un extremo hasta el otro (en términos de luminosidad, claro) permitimos a la Om-4 Ti calcular la exposición más adecuada. Para efectuar una medición puntual (del 2% del fotograma) basta con pulsar el botón redondo marcado con "Spot", situado justo al lado del disparador. En ese momento, aparece en el visor la indicación "spot" y un puntito sobre la escala de exposición. Por cada pulsación aparece un nuevo puntito en la escala, hasta un total de 8, y la exposición comienza a variar manteniéndose en todo momento en el valor medio para el total de mediciones efectuadas hasta el momento.
Junto al botón mencionado, hay otros 2 más, de tamaño y forma diferentes para poder "encontrarlos" sin mirar. Uno de ellos, marcado con "Hi.light" permite, al tomar una lectura de las luces con detalle, modificar la lectura del fotómetro automáticamente -sobreexponiendo 2 pasos- para evitar que queden grises. El otro, marcado con "shadow" realiza la misma operación pero con las sombras, esta vez subexponiendo 2 pasos la lectura del fotómetro. Muchas y, sobre todo, utiles funciones engloban estos discretos botoncitos. Lo más curioso de todo es que se da uno cuenta que con esto y poco más se equipa uno de los mejores sistemas de medición de una cámara réflex. Y la pregunta del millón surge: ¿y porque los fabricantes no lo incorporan a sus modelos actuales?. Aunque aqui debemos exceptuar a Canon, que dota a algunos de sus modelos con algo similar.

El visor

Una buena cámara no lo puede ser sin un buen visor, y la Om-4 no iba a ser una excepción. Con un campo de visión del 97%, un aumento de 0,84, corrector de dioptrías, información abundante y bien presentada en su pantalla digital interna, no se puede calificar mas que de excelente. Como su hermana la Om-1, ya analizada en esta sección, cuenta con uno de los visores mas cómodos de todos los que se pueden encontrar en las réflex de 35 mm. En realidad, en el apartado "tamaño de imagen en el visor" le gana la Om-1, con un - único en su categoría- aumento de 0,92.
La claridad de la pantalla de enfoque no es como las actuales, pero la definición si está a la altura, aun teniendo en cuenta que ya tiene sus años...
La información es muy clara y útil para los entusiastas del control manual total y el sistema de zonas. Se muestra horizontalmente la escala de velocidades (aunque solo aparece la velocidad en curso) y justo encima, la escala de exposición. Se echa en falta la indicación del diafragma. En todo momento podemos ver en que zona quedará esto de aquí y/o aquello de allá, gracias al sistema multipuntual antes comentado. La tranquilidad que proporciona tener toda la escala completa a la vista es impagable, evitando el tener que echar cuentas de memoria. Que si las luces están a f/8, las sombras a f4 y 1/ 2, saca la tabla de velocidades y diafragmas, y empieza a echar las cuentas, etc, etc. Algo que con muchas otras no esta muy bien resuelto (salvo contadas excepciones) con la Om-4 Ti es trivial; tan sencillo que se torna algo mecánico.
Además, se incluyen indicadores específicos para aviso de sobreexposición, compensación, flash conectado, utilización de los botones "Hi.light", "Shadow" y "Spot". También se indica si hay en la memoria alguna medición puntual, además del correspondiente puntito en la escala, tanto dentro del visor como fuera, con un led rojo parpadeante. Es sorprendente saber que la Om-4 Ti es capaz de mantener los datos en memoria hasta ¡1 hora! salvo que cambiemos de óptica. Por si fuera poco, incluye indicadores de la exposición del sistema de flash TTL, en caso de que hubiera quedado sobre o subexpuesto.

El sistema de medicion

No podíamos olvidar la característica que posiblemente más fama ha reportado a esta maravilla, su sistema de medición en tiempo real. Es un sistema que mide la exposición mientras esta ocurre, capaz de modificar la velocidad de disparo en tiempo real y dotado de una sensibilidad absolutamente fuera de serie: hasta un EV -5, cuando la elite de las réflex actuales no alcanzan ni un EV -2. No hace falta decir que para fotografiar con luz escasa es lo mejor que hay con diferencia. El sistema funciona de forma muy similar al de un sistema de flash TTL, solo que éste lo hace con la luz ambiente. Está equipado con un sensor situado debajo del espejo que mide la luz reflejada por una cortinilla especial cuando el obturador esta cerrado. Cuando se abre, sigue midiendo y monitorizando la exposición, mientras que los sistemas actuales simplemente han programado el tiempo de disparo y ese será el que se efectúe, tanto si la luz cambia como si no.
Además, y por si fuera poco, el sistema de flash también es TTL (utiliza el mismo sensor) y dotado de FP, es decir, que puede sincronizar por encima de la sincro real (que es 1/60) hasta llegar a la máxima velocidad, 1/2000 de segundo.

Conclusión

Una "autentica maravilla" es el único adjetivo que se nos ocurre para calificar a la Olympus Om-4 Ti. Con razón es una de las pocas cámaras manuales que todavía provocan suspiros entre los entendidos. Y no es para menos. Las pocas que se encuentran en el mercado de segunda mano "vuelan" al poco tiempo.
Con todas estas prestaciones, se la puede elevar, y nunca mejor dicho, al "olimpo" de las réflex, y eso sin hablar de las ópticas. Los objetivos Olympus son...como deben de ser: robustos,, con todas las escalas, suaves, de excelente calidad óptica y... con algunas joyas, como el 8 mm Fisheye o el 55mm f/1,2 que hemos probado. También hay que hacer hincapié en la gran cantidad de objetivos y accesorios específicos para fotomacrografía, campo en el que Olympus se movía con soltura.

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