Texto y fotos: Hugo Rodríguez. Profesor de técnica fotográfica.

La NPC es una de esas cámaras "extrañas", que son difíciles de clasificar, pero que cubren un pequeño hueco prácticamente inexistente en el panorama fotográfico actual. Se trata de una cámara para película Polaroid de formato 9 x 12 que admite multitud de packs diferentes, todos ellos de Polaroid, evidentemente. Lo curioso es que es similar a una cámara técnica, pero sin movimientos de ningún tipo y lo más sorprendente de todo es que incorpora telémetro.

El cuerpo

El cuerpo está casi íntegramente construido en metal y basado en el chasis Polaroid. De hecho casi es una extensión de éste, algo así como un accesorio para el chasis. Puesto que es un diseño muy sencillo tan solo tiene el mencionado chasis, el fuelle con su mecanismo plegable, el objetivo y el curioso visor-telémetro.

El Manejo

Es sencillo como pocas. Lo primero es desplegarla de su posición cerrada, cosa que se efectúa tirando un poco hacia arriba de una palanca situada justo al lado del disparador. Luego estiramos del frontal de la cámara hasta que se enclava en su posición. En el frontal, un objetivo de 114 mm de focal y luminosidad f/ 4,5 de marca Tomioka, que suponemos más que suficiente para la función que debe desarrollar, ya que recordemos, la película polaroid no permite ampliaciones y no destaca precisamente por su definición, y menos en comparación con cualquier película negativa hoy día. El comentado objetivo viene a ser equivalente a un 38 mm en paso universal, lo consideramos una óptica adecuada, pero tiene un grave inconveniente: no es intercambiable. En realidad esta afirmación es matizable, puesto que como va montado sobre un módulo obturador Copal 0, podemos desmontar los 2 grupos de lentes anterior y posterior como en cualquier otro objetivo de gran formato, pero la extensión de fuelle se enclava en una posición específica para este objetivo y no se puede colocar ni más lejos ni más cerca, cosa que deja nuestro gozo en un pozo. Resumiendo: la óptica en realidad es intercambiable, pero no sirve de nada cambiarla porque se torna imposible enfocar.
Volviendo con el módulo Copal, viene equipado con velocidades desde 1" hasta 1/ 500 además de posiciones B y T. Y como es norma en gran formato, una palanca para abrir y cerrar el obturador, conector para sincronización de flash, palanca de diafragmas de ajuste continuo (entre f/ 4,5 y f/ 32) y, lógicamente, botón disparador.

Visor y telémetro

El prominente visor de la NPC 195 parece más un anexo que un visor integrado. Su tamaño es considerable, del que tiene la culpa el telémetro integrado. El visor es del tipo Albada (como el de muchas cámaras compactas) , con marco plateado y marcas para la corrección del error de paralelaje. No conviene perder mucho tiempo buscando la aguja del fotómetro, porque sencillamente no tiene fotómetro.
Pero lo más curioso de esta cámara es su telémetro integrado, no porque sea un telémetro especial, sino simple y llanamente porque posiblemente es la única cámara Polaroid con telémetro de coincidencia (estilo Leica antiguas) integrado. Algunos modelos de Técnica de hace muchos años también eran cámaras similares, pero no utilizaban Polaroid.
Además, el ocular para encuadrar no es el mismo que el de enfocar. Al ir a colocar el ojo "en posición" vemos que hay 2 oculares: el grande, situado en el centro, y el pequeño situado a la izquierda. Este último es el del telémetro. Para efectuar el enfoque mismo, que es realmente tosco, debemos empujar a uno u otro lado la varilla situada en la parte frontal, justo encima del fuelle. Esta varilla tiene un resalte a cada lado, que permite precisamente empujarla desde uno u otro lado. La operación es francamente tosca y requiere algo de practica, pero al final se consigue lo que se busca.

Conclusión

La Americana NPC 195 es una cámara especial, destinada a cubrir un pequeño hueco para entusiastas del "pola", innovadores, como segundo cuerpo de una técnica, o simplemente para coleccionistas. No presume de compacta, ni ligera, ni ergonómica, ni tampoco de ofrecer una calidad de imagen excelente, limitada obviamente por las propias polaroids, pero es un bonito modelo que hará las delicias de aquellos que disfrutan con el paisaje tirado con cámara técnica y, por otro lado, de los incondicionales del polaroid.