MAMIYA 7

La fotografía profesional siempre necesita de equipos de alta calidad de imagen capaces de cubrir las necesidades actuales, dentro y fuera del estudio fotográfico. Dentro del estudio son fantásticas las cámaras de formato medio y gran formato pero fuera, muchas cuentan con el inconveniente de su gran volumen y excesivo peso. La MAMIYA 7 es una de las poquísimas cámaras de 6x7 diseñadas para estar fuera del estudio, gracias a su reducido volumen y peso.

El Concepto

Se trata de una cámara no réflex, lo que conlleva varias ventajas con respecto a ellas. Al no tener espejo, no se produce la vibración propia de las reflex, que deteriora la calidad de la foto en ciertas ocasiones. Otra de las ventajas, muy importante, concierne al uso de angulares, que dan mucha más calidad debido a que en su diseño óptico pueden acercarse más al plano de la película las lentes anteriores, cosa imposible en las reflex puesto que toparían con el espejo. Olvidados quedan, pues, los angulares retrofoco. La otra característica que la hace especial es el tipo de obturación, central, con las ventajas de calidad de imagen, baja sonoridad y sincronización con flash respecto a las réflex de obturador planofocal.

El Cuerpo

Es de metal y está recubierto exteriormente de plástico con un acabado de buena calidad aunque da la impresión que es de cierta fragilidad. El peso es muy inferior a una típica 6x7 y la hacen idónea para aquellos que necesitan fotografiar en exteriores, sin trípode y con toda la calidad del formato 6x7. El reportaje, la moda, el viaje y el paisaje son las más beneficiadas, a priori, de la movilidad de esta cámara.

Como se puede ver en las fotos, es casi como una Leica M, pero de 6x7. Es una cámara con visor de telémetro y corrección de paralelaje, y muestra el 83% de la imagen enfocando a ¥. Para los que están acostumbrados a las réflex, el cambio supone un tiempo para acostumbrarse a este concepto diferente, pero la calidad del formato 6x7 y la relativa ligereza de esta cámara pueden cambiarle los esquemas a mas de uno.

La ergonomía es muy buena, todos los mandos funcionan con gran suavidad y sin tener que hacer extraños malabarismos con las manos para poder accionarlos. El botón disparador, de dos posiciones, tiene un tacto muy bien definido, se siente perfectamente que zona es para activar el fotómetro y cual para el disparo. El mando de las velocidades, diseñado como en muchas cámaras para poder girarse con el dedo índice sin tener que apartar el ojo del visor, funciona de forma realmente suave y se puede efectivamente manejar de esta manera sin tener la fuerza de unas manos de minero, cosa que no se puede decir de otras cámaras.

Manejo

Para empezar a trabajar con la MAMIYA 7, empezaremos por cargar el carrete de 120 o 220, seleccionando previamente el tipo de rollo girando la placa de presión de la película. Es interesante saber que con un adaptador especial se pueden hacer fotos panorámicas en formato 35mm de 24x65mm. Una vez cargada la película se hace avanzar la película hasta el primer fotograma dando repetidas veces a la palanca de arrastre. El contador de fotogramas se ajusta al número de fotogramas correspondiente según utilicemos 120 o 220. Por el propio formato del rollo de 120 y 220 no hace falta decir que no existe el rebobinado en estos casos.

Medición de la exposición

La MAMIYA 7 incorpora un exposímetro puntual no TTL, con un área perfectamente visible en el visor y que coincide con la zona de enfoque por telémetro. Debido a que no es una cámara precisamente barata y a su formato de 6x7, normalmente utilizado por profesionales, era lógico dotarla de un exposímetro puntual, el más preciso y el que proporciona mayor control, que requiere por parte del fotógrafo unos conocimientos avanzados para su correcto uso, cosa por otra parte casi exclusiva de aficionados avanzados y profesionales. El único inconveniente es que al no ser TTL el tipo de medición, el área puntual varía en función de la óptica utilizada. Los límites de medición mínimo y máximo son respectivamente de 3 y 18 EV.

En el visor se indica la velocidad de obturación seleccionada y la recomendada por el exposímetro en todo momento. El rango de velocidades abarca desde 4 segundos hasta 1/500 de segundo más posición B, rango muy usual en las cámaras de formato medio y de obturador central. Disponemos de dos modos de exposición: manual y automática con prioridad al diafragma. El modo manual es perfecto para tomar todo el control sobre la exposición y el automatismo de prioridad al diafragma es el indicado para la gran mayoría de situaciones en que se requiere rapidez de tomas, aunque estaría incompleto si faltara la posibilidad de compensar la exposición, cosa que de la que no carece, y se regula fácilmente en el mismo disco de velocidades.

Opticas

Para poder cambiar las ópticas con película cargada, la MAMIYA 7 lleva incorporada una cortinilla situada en el plano focal, que se cierra y abre con un mando giratorio situado bajo la cámara, y que cierra el paso de la luz permitiendo cambiar de óptica a plena luz. Al principio este método es algo engorroso, y se olvida uno frecuentemente tanto de cerrarla como de abrirla después de cambiado el objetivo, pero se acaba acostumbrando uno tarde o temprano.

Las ópticas son de una calidad asombrosa, en especial los angulares como el 43mm f4,5. Las focales disponibles son: el citado 43mm, un 65mm f:4, un 80mm f:4 (focal normal), y un tele corto de 150mm f:4,5. Todos ellos están fabricados totalmente en metal y con un acabado de gran calidad, lo cual es una garantía por sí solo. El disparo del obturador central incorporado en los objetivos es tan increíblemente silencioso al disparar, que al principio da la sensación de que no hemos hecho la foto. Para utilizar el objetivo de 43mm es conveniente poseer el visor especialmente diseñado para este efecto, con el cual veremos el campo abarcado para encuadrar con esta focal.

Otras características

La MAMIYA 7 incorpora, además, autodisparador electrónico de 10 segundos de retardo. El botón disparador lleva un seguro que es realmente el mando de encendido y apagado de la cámara. A la derecha de éste hay un zócalo roscado para el cable disparador, necesario para las exposiciones muy prolongadas. La zapata para flash no lleva contactos para flash dedicado, con lo cual en el visor no se indica ninguna información referente al flash. Una opción muy interesante es la de poder utilizar película de 35mm para hacer fotografías panorámicas de un formato de 24x65mm. Para ello es necesario colocar el adaptador correspondiente en el plano focal antes de cargar la película y todas las fotos del carrete serán así.

Conclusión

Es una rara avis dentro de las cámaras de 6x7 , sin competencia alguna, y que prescinde de las desventajas del gran peso y sonoridad, para ganar en manejabilidad y rapidez de uso. Se trata de una opción que, una vez conocida y sopesada puede enamorar a mas de uno. Lo que está claro es que indiferente, a nadie deja.

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